Náuseas matutinas: casi siempre se esperan y nunca se dan la bienvenida. Pero te tenemos cubierta con consejos expertos para manejarlas y tal vez incluso evitarlas por completo.

Aproximadamente la mitad a dos tercios de las mujeres experimentan náuseas y vómitos durante sus embarazos. Tres de cada 100 mujeres embarazadas tienen hiperémesis gravídica, que es una forma severa de náuseas matutinas acompañada de pérdida de peso, deshidratación y otros síntomas incómodos.

Nadie comprende exactamente por qué ocurren las náuseas matutinas y por qué hay tanta disparidad en la severidad de los síntomas. La mayoría apunta a cambios hormonales e incluso condiciones de salud preexistentes, como enfermedades de la tiroides o vesícula biliar.

Pero sin importar qué tan leves o severos sean tus síntomas, las náuseas matutinas pueden impactar significativamente tu calidad de vida.

Creemos que tu embarazo debe ser un tiempo que atesores, no uno por el que luches. Por eso, nuestro equipo de Marina OB/GYN está aquí para equiparte con estrategias simples para eliminar las náuseas y prosperar durante cada trimestre.

1. Comienza con buen pie

Como su nombre lo indica, las náuseas matutinas suelen ser peores por la mañana. Recomendamos darte unos minutos extra para despertar a un ritmo tranquilo. Durante ese tiempo, puedes mordisquear cereal seco, tostadas o galletas saladas para poner comida en tu estómago.

Un poco de agua con limón de inmediato también puede ayudar a asentar tu estómago y puede incluso aumentar tu energía.

2. Come conscientemente

Hay algunos “sí” y “no” dietéticos cuando tienes náuseas matutinas. Por ejemplo, recomendamos evitar:

  • Cebollas
  • Ajo
  • Cafeína
  • Comidas picantes
  • Alimentos de olor fuerte
  • Frutas ácidas

Puede sonar contradictorio cuando tu estómago está revuelto, pero no comer puede hacerte sentir peor. En su lugar, come refrigerios amigables para el estómago como:

  • Vegetales crudos
  • Sándwiches fríos
  • Jengibre
  • Sopas simples y caldos
  • Pretzels simples
  • Tostadas
  • Té de menta
  • Paletas heladas y gelatinas con sabor
  • Frutas básicas

Lo importante es que comas y bebas algo todos los días, así que encuentra los alimentos y bebidas que sean saludables y fáciles de mantener.

3. Come durante todo el día

Tu estómago revuelto probablemente no puede manejar comidas enormes, así que recomendamos comer comidas más pequeñas con más frecuencia (alrededor de 5-6 comidas del tamaño de un refrigerio). Este hábito mantiene tu estómago lo suficientemente lleno para permanecer asentado y asegura que obtengas un suministro constante de nutrición.

4. Mantente hidratada

Vomitar y no comer tanto puede llevar a la deshidratación, lo que puede desencadenar una avalancha de dolores de cabeza y otros síntomas, así que es crítico mantenerse hidratada.

Mantén un registro de qué fluidos a qué temperaturas se mantienen mejor. Por ejemplo, el té caliente puede enviarte directamente al baño, pero puedes tolerar agua con limón a temperatura ambiente. Si tienes problemas para mantener fluidos, intenta engañar a tu cuerpo para que quiera líquido comiendo un refrigerio salado.

5. Revisa tus hábitos de tiempo de pantalla

Desplazarte por las redes sociales, leer un libro electrónico o ver tus programas favoritos puede ser relajante y distractivo, pero si tu pantalla es muy brillante o te bombardea con luces parpadeantes, podría causar náuseas.

Revisa la configuración de brillo y activa el modo nocturno en tus dispositivos para mantener la estimulación del tiempo de pantalla al mínimo.

6. Vístete para la ocasión

Tu vientre en crecimiento probablemente ha forzado este tema, pero te alentamos encarecidamente a dejar la moda de lado y optar por la comodidad durante los episodios de náuseas matutinas. La ropa holgada hecha de telas transpirables puede ayudar mucho a que te sientas más cómoda y mejor capaz de navegar tus náuseas.

7. Mantente alejada de los desencadenantes

Puede que hayas amado el aroma del café recién hecho hace unas semanas, pero ahora te da ganas de vomitar. Los olores son uno de los revuelve-estómagos más comunes, así que identifícalos lo mejor que puedas y luego pide a tu familia, compañeros de trabajo y amigos que te ayuden a evitarlos.

8. Para y huele las rosas

No todos los olores son malos cuando estás embarazada. Oler aceites de limón, naranja, menta o lavanda puede calmar un estómago revuelto. Sostén la botella de aceite bajo tu nariz, frota un poco en tus muñecas o usa un difusor para evitar sentirte mareada.

9. Mantente preparada

Mantén un kit anti-náuseas si debes salir cuando lidias con náuseas matutinas. Empácalo con productos de higiene oral, una camisa extra, mentas, refrigerios, aromas calmantes y cualquier otra cosa que hayas notado que ayuda con tus náuseas matutinas, y no salgas de casa sin él.

10. Busca ayuda inmediatamente

A veces, incluso tus mejores esfuerzos no son rival para las náuseas matutinas. Si estás al límite, habla con nosotros sobre medicamentos seguros para el embarazo que ayudan a combatir las náuseas matutinas severas.

¿Tienes más preguntas sobre el manejo de tus náuseas matutinas? Nos encantaría ayudarte a crear un plan personalizado. Llama o haz clic para solicitar una cita hoy en nuestra oficina de Marina Del Rey, Hawthorne, South Gate o Carson, California.

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